Alianza con Dios

Alianza con Dios



Cuando usted se sacrifica, tiene certeza absoluta que va a conquistar aquello que desea.
"Dios, usted está prometiéndome el oro y el moro, ahora, ¿cómo sabré que lo que el Señor me está prometiendo se va a cumplir en mi vida?" Es lo mismo que usted está haciendo. Debe estar preguntando a Dios: "Dios, Tu me has prometido una vida abundante. ¿Cómo sabré si voy a tomar posesión de esa vida, si estoy viviendo totalmente infeliz y desgraciado.
De la misma forma en que Dios actuó con Abraham, actuará con usted también. Cuando Abraham preguntó a Dios ¿cómo sabré que he de poseer esas bendiciones que el Señor ha prometido? Él mandó que Abraham tomase animales, y esos animales fueron sacrificados, partidos por la mitad. Después, Él pasó por en medio de las partes de los animales. Eso significaba que Dios hacía una promesa a Abraham, dándole la seguridad de que iba a cumplir Su Palabra, haciendo un juramento: "Si Yo no cumplo la Palabra en esta Alianza que hice contigo, entonces, usted tendrá el derecho de hacer Conmigo lo que fue hecho con los animales."
Porque no habiendo nadie superior a Él, Dios juró por sí mismo, colocando Su propia dignidad en riesgo delante de Abraham.
Antiguamente, cuando dos personas hacían alianza, se hacía el sacrificio de un animal, y esas personas, después, pasaban en medio de las partes del animal. Eso significaba que cualquiera de los dos que no cumpliera con aquella alianza iba a ser sacrificado, como se hizo con el animal, es decir, partido por la mitad. Y Dios hizo eso. Incluso Él mismo pasó por las partes del animal, pero antes, Abraham tuvo que presentar su sacrificio.
Cuando usted sacrifica, tiene certeza absoluta de que va a conquistar aquello que desea. Pues aquellos que pagan el precio del sacrificio son los que conquistan. Por eso es necesario sacrificar por lo que se desea y, con respecto a las cosas de Dios, mucho más.
Si queremos alguna cosa, aquello vendrá a través del sacrificio, de la disposición, de la perseverancia, de la lucha, de la ofrenda, que presentada en el altar diciendo: "Oh Dios, yo no podría hacer esto, pero tengo certeza que el Señor me va a bendecir, haciendo lo posible y lo imposible en mi vida". Por lo tanto, el sacrificio es naturalmente algo que hace a la persona conquistar aquello que quiere, pues quien no sacrifica no tiene determinación ni fe.
Por eso, Abraham presentó su sacrificio, y Dios pasó en forma de Fuego.
¿Recuerda cuando Elías desafío a los profetas de Baal en el Monte Carmelo? Después de todo lo que los profetas hicieron y nada sucedió, Elías hizo una oración que no duró ni 15 segundos y el fuego descendió sobre el sacrificio.
Cuando hay sacrificio hay certeza, fe y convicción. Sólo hace sacrificios, aquellos que tienen la fe sobrenatural. Sin ella no hay sacrificio y, consecuentemente, no hay conquistas.

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