De tal Palo Tal Astilla
Constantemente cuando ven a un hombre y ven a su hijo que son iguales se acostumbra decir “de tal palo tal astilla”, ahora yo le pregunto ¿sucede lo mismo con usted y Dios? Es decir, es normal que cuando el hijo se parece al padre digan esto, pero cuando le ven a usted, ¿será que dicen lo mismo?
El texto sagrado dice: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”Juan 14:7-9
En otras palabras, de tal palo tal astilla, es decir Jesús le dijo “Yo soy igual al Padre”. ¿Será que cuando sale de la iglesia su familia ve en usted a Dios?, porque dentro de la iglesia usted dice que ama a Jesús, Lo alaba, da ofrendas para Jesús, pero ¿cómo es su carácter?
Cuando su padre, madre, hermano(a), esposo(a) le miran, ¿ven una persona diferente o ven a la misma persona de siempre?, aún pese al hecho de venir a la iglesia, pues quien realiza el cambio en una persona no es el venir para la iglesia, sino el Espíritu Santo.
Cuando usted sale de la iglesia, ¿cuáles son sus actitudes? Porque en las actitudes se conoce a una persona, por ejemplo, en la mentira, en las drogas, en los golpes ¿usted ve a Dios o al diablo?
Su familia, sus amigos, su entorno, cuando lo ven le dicen “de tal palo tal astilla”, es decir, le dicen que realmente usted cambió o será que le dicen mira a pesar de que tú vas para esa iglesia sigues siendo la misma persona mal carácter, nerviosa, rencorosa, grosera, mal hablada, amargada de la vida. Ahora yo le pregunto cuando los demás le miren ¿a quién desea que ellos vean a través de usted, a Jesús o al diablo? Entonces es lo que Él dijo: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais”
El carácter del diablo es mentir, engañar, agredir, sentir envidia y rencor. Si usted es una persona envidiosa, rencorosa, odiosa, agresiva; si usted es un hombre borracho, que golpea a su esposa, in el; si usted es una mujer rebelde, desobediente, prepotente, que no le gusta sentirse menos, orgullosa, siempre quiere tener la razón. Sepa que ese carácter es diabólico, eso no es de Dios. Porque cuando un hombre cambia, todos deben notar su cambio, no sólo dentro de la iglesia. Si usted quiere conocer al marido, pregúntele a la esposa y viceversa.
Jesucristo dijo así: “quien me ve a mí ve al Padre” es decir de tal palo tal astilla. El hijo es igual al Padre, y usted ¿es igual a qué padre? ¿Al Padre Dios o al padre diablo? Su familia cuando le mira ¿ve al diablo o ve a Jesús? ¿Qué existe dentro de usted?
Quizá usted diga pastor yo soy igual a mi padre, lo que él hacía con mi madre es lo mismo que yo hago ahora con mi esposa; o quizá usted diga pastor yo soy una mujer igual a mi madre, mi mamá era una persona arrogante, golpeaba a mi padre, lo avergonzaba delante de sus amigos y yo hago lo mismo, cuando yo le grito a mi marido, cuando discuto con él me siento la mujer maravilla.
Déjeme decirle que de acuerdo a quien usted se parezca es a donde va su alma, si “de tal palo tal astilla”, entonces si usted es de Dios usted es semejante a Él, no perfecto, porque todos tenemos errores, pero existen dos tipos de pecadores, los que realmente quieren cambiar y aquellos que no se arrepienten de nada de lo que hacen y dicen, sino que continúan con ganas de hacer lo mismo.
¿A qué padre va a honrar usted cuando los demás vean sus actitudes, a Dios o al diablo? ¡Que su fe le haga vencer!
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