La Sabiduría de Ganar Almas


... y el que gana almas es sabio. Proverbios 11:30

... y el que gana almas es sabio. Proverbios 11:30
Para el mundo, los médicos, los científicos más renombrados, Pelé, en el fútbol; Tomas Edison, en la invención de la lámpara; Santos Dumont, en la invención del avión; y otros, fueron personas sabias que se destacaron en el escenario mundial. No estoy en desacuerdo con eso, sin embargo, en la concepción divina, sabio es el que gana almas.
El médico salva vidas, pero no logra ser usado para salvar almas.
Los científicos logran descubrir la fórmula para un determinado remedio, pero no la fórmula de la verdadera felicidad: el gozo del alma.
Pelé llevó a millones de brasileños al clímax de las emociones con sus jugadas de maestro, pero no le sumó nada al futuro del alma de los que, en esa época, lo aclamaron como ídolo del fútbol.
Tomas Edison inventó la lámpara, pero jamás consiguió arrancar un alma de las tinieblas espirituales.
Santos Dumont inventó el avión, sin embargo nunca logró llevar a un alma a volar en las alas de la fe, hasta llegar a la presencia de Dios.
Ningún ser humano logra hacer lo que nosotros hacemos: permitir que Dios nos use para sacar un alma de las garras sucias del diablo, expulsando demonio a demonio, como si fueran "hongos del pie", curando, bendiciendo y, lo más importante, realizando una cirugía espiritual, que solo el Médico de los médicos es capaz de hacer, usándonos como instrumentos en este proceso quirúrgico de "trasplante de ser". O sea, sale un "ser" terrenal, carnal y mundano, y entra un "ser" espiritual, una naturaleza divina, o sea, el nuevo nacimiento.
Para Dios, esos son los verdaderos sabios: los ganadores de almas que dejan todo, renuncian a la propia vida, por la vida de otras personas que no forman parte de su lazo familiar, y ni siquiera las conocen. Yo soy un privilegiado por ser considerado la basura de este mundo, pero sin embargo, un “sabio” para mi Dios.
Obreros/as, evangelistas, jóvenes, miembros y todos nosotros, pastores y esposas, seamos todos sabios: vamos a ganar almas, vamos a invadir el infierno, a despoblarlo para poblar el cielo. Usted puede hacerlo ahí en su barrio, en su ciudad, en su provincia, en su trabajo, en la escuela, en el colectivo, en el subte, en fin, vamos a apuntar el cañón hacia el día 27.
ES LA ORDEN DE LOS DÍAS, DE LOS MESES Y DE LOS AÑOS que faltan para que Jesús vuelva.
¿Cómo puedo olvidarme de mi querida madre que me evangelizó y me trajo apoyado en sus brazos, a la iglesia en Padre Miguel, hace 34 años (yo me encontraba con una debilidad en las piernas, víctima de una brujería que casi me dejó paralítico)? ¿Y usted? ¿Se acuerda de quién lo convenció de ir a la iglesia y empezó el proceso de ganar su alma?
Haga lo mismo ahora con alguien, obrero/a. ¡Lleve el Mayor número de almas posible a una Universal cercana a su casa el día 27 de octubre, el gran Día "T"!
Esas almas jamás se olvidarán de usted, y Dios jamás Se olvidará de hacer hermosos sus pies:
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! Isaías 52:7
Que Dios los bendiga.
Obispo Sergio CorreaActual Responsable delTrabajo de los Obreros de la IURD








No se Olvide de Visitar Nuestras Redes Sociales 
de Facebook y Twitter:


 

Reciba las actualizaciones de nuestra página. Ingrese su e-mail:

0 comentarios :

Seguidores