No Hay Mas Llanto

¡No Hay Mas Llanto!


Tener el Espíritu Santo signi ca tener el mimos Espíritu que el Señor Jesús tenía.
Si alguien desea saber si de verdad tiene o no el Espíritu Santo, basta mirarse en el Espejo del Evangelio, esto es, en la vida de Jesús y de Sus discípulos.
Por ejemplo, ¿usted encuentra en el Nuevo Testamento, especialmente después de la venida del Espíritu Santo, algún siervo de Dios reclamando, lamentándose o lloriqueando por su situación, sus problemas personales, su vida sentimental, familiar o hasta mismo económico? ¡Dudo!
Solamente los iludidos por los espíritus engañadores viven lamentando la mala calidad de vida.
El recibimiento del Espíritu Santo no signi ca inmunidad a los problemas.
Jesús avisó: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis a icción; pero con ad, yo he vencido al mundo." Juan 16:33.
Quiere decir, aún siendo nacido y lleno del Espíritu Santo, Jesús y Sus verdaderos discípulos tuvieron que enfrentar enormes problemas… Pero ellos los vencían día tras día.
Yo no consigo ver a ninguno de ellos murmurando o reclamando para otros sus problemas personales.
El recibimiento del Espíritu Santo da condiciones para vencer al mundo y no para vivir en un mar de rosas.
Quien fue sellado con el Espíritu de Dios tiene fuerza, poder, vigor espiritual para resistir las tentaciones, soportar los golpes de la vida y permanecer rme hasta la muerte.
El Espíritu de Dios no viene para darnos el don de lenguas, sino a capacitarnos para enfrentar el in erno, el mundo, los enemigos de la fe, los falsos hermanos, los hipócritas, las injusticias, las persecuciones y todo lo demás sin lamento, gemidos, quejándose o lloriqueando… y, aún así, continuar rme hasta la muerte.

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