Mi historia de amor (parte 2):
Mi historia de amor (parte 2):
Seguí orando, él fue abriendo su corazón, comprendiendo la Palabra de Dios y yo también iba creciendo espiritualmente.
Comencé a evangelizar, aunque él no me acompañaba, fui bautizada con el Espíritu Santo y entonces levantada a obrera.
Ahora debía dedicarme a mi llamada. Pero, ¿cómo? ¿Quedarme en la iglesia todo el domingo o separar la tarde para salir con él?
Esto
nunca fue una duda para mí, nunca puse a Joaquim sobre la obra de Dios,
nunca dejé de ir a la iglesia o cumplir con mi obligación de obrera
para quedarme con él. Después de todo era mi novio, no mi esposo y yo
quería verlo como un obrero también.
Yo
estaba en la iglesia todo el día y él me decía que se quedaría
descansando, pero no podía porque el Espíritu Santo ya estaba cobrando
de él algo más y siempre acababa yendo con el grupo para evangelizar.
Después fue levantado a obrero y Dios empezó a usarlo de una manera sorprendente.
Fuimos obreros juntos, nos casamos el 8 de julio de 1995 y tres meses más tarde fuimos llamados a servir a Dios en el altar.
Estamos casados hace 15 años y 15 años sirviendo a Dios en el altar.
Todos
los sacrificios, renuncias, y decisiones que tomé durante todo ese
tiempo han sido finalmente recompensados, porque Dios es fiel, justo y
verdadero, siempre honra cuando le ponemos en el lugar que debe estar:
el primero.
Nota: voy a publicar una serie de artículos sobre la vida amorosa, son testimonios reales, y se titula "Cuando Dios escoge a su otra mitad."
En cada una habrá un consejo para ayudarlas.
Primero Consejo: Nunca ponga su vida sentimental o su novio, antes que Dios, no te olvides sin Dios nada sale bien.
No acepte una buena persona, quiera una persona de Dios.
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